Este fin de semana ambos elencos vivirán un nuevo cara a cara en el Calcio.
Lazio y Roma no son los equipos más ganadores de la Serie A, pero sí tienen el que es considerado uno de los clásicos más candentes del mundo. El “Derby della Capitale“, como es conocido el duelo, tiene como actores principales a los dos clubes más tradicionales de la capital italiana y que durante toda su historia ha estado marcado no solo por lo que ocurre dentro de la cancha, sino además por todo el fenómeno social que genera.
Esta rivalidad nace en 1927, cuando Benito Mussolini propuso la idea de crear un conjunto romano que fuera capaz de hacerle el peso a los equipos del norte de Italia, quienes eran los que se llevaban los éxitos en el Calcio. Fue el inicio de la que se conociera como la Associazione Sportiva Roma, formada por varios clubes de la ciudad.

Pero hubo uno de los equipos más importantes de la urbe que no quiso seguir la idea de ‘Il Duce‘: Lazio, impulsado por las ideas del general fascista Giorgio Vaccaro, decidió mantenerse como institución independiente, dividiendo a la capital en dos facciones que se tomaron con bastante energía la rivalidad. Desde siempre los fanáticos del cuadro celeste han hecho hincapié en que su existencia es anterior a “La Loba”, por eso no cayó nada bien que perdieran el primer choque entre ambos en 1929.
Por lo demás, no solo la pelota es importante entre quienes se disputan la gloria de Roma, ya que demostrar el dominio sobre el otro también se lleva a situaciones extrafutbolísticas. La política es uno de los elementos que ha caracterizado los encuentros entre ambas escuadras, debido a que los ‘giallorossi‘ históricamente se han identificado en mayor medida con la clase trabajadora, mientras que los ‘biancocelesti‘ con la clase más acomodada y con una cultura ligada a la ultraderecha para muchos de sus seguidores.
Ambos equipos también deben compartir estadio. El Olímpico de Roma es el reducto que por años ha albergado el derby y recibido a las hinchadas rivales, que obviamente ocupan lugares distintos del coloso. Mientras los fanáticos de la Roma, conocidos como “La Curva Sud“, se ubican en el sector sur, los “Irriducibili”, barra brava de la Lazio, lo hace en el sector opuesto.

Mañana a partir de las 12:00 de nuestro país, Roma se paralizará nuevamente. Es que la ciudad siente cada vez que se acerca un nuevo clásico y sus calles habitualmente están colmadas de gente y movimiento, se tornan vacías para dar paso a los seguidores de ambos clubes, que alzan sus lienzos y cánticos mientras se dirigen al estadio, aunque no todo es tranquilidad.
Con tanta energía se vive el encuentro, que lamentablemente no es novedad que se den a conocer distintos hechos de violencia, protagonizados principalmente por los más radicales de las hinchadas (antes, durante y después del duelo), ni tampoco las muestras de racismo hacia los futbolistas que saltan al terreno de juego. También hay futbolistas que se han cuadrado con las hinchadas, como la ocasión en que Paolo Di Canio, mediocampista de la Lazio, celebró con saludos fascistas a los “Irriducibili” el triunfo sobre la Roma por 3 a 1 en 2005.
Es toda la idiosincracia que envuelve a uno de los clásicos más apasionados del mundo y que mañana tendrá una nueva versión en la Serie A 2019/2020.